La búsqueda de un buen abogado de divorcios nunca es sencilla. Se hace en circunstancias delicadas y algo tan sencillo como hacer una consulta en Google supone recibir una avalancha de opciones que termina por abrumar. Todos acumulan muchos años de experiencia, tienen grandes conocimientos de la materia y prestan el mejor servicio al cliente.

Pero desde hace muchos años eso se ha convertido en un mínimo a partir del cual todo abogado debe empezar a trabajar. No es diferencial. En la era de las experiencias y de los valores, los despachos de abogados, sobre todo los que nos dedicamos en cuerpo y alma al Derecho de Familia, debemos ofrecer mucho más que una técnica jurídica impecable, algo que ya se debería dar por hecho.

Así que aquí van una serie de puntos clave para elegir al mejor abogado de divorcios que va a llevar tu procedimiento.

  1. Ser abogado de divorcios no es solo ser un abogado

No se trata de un simple juego de palabras. Muchos abogados se encierran en las leyes y creen que la confianza con un cliente se gana única y exclusivamente conociendo al detalle las normas. Como ya dijimos, esto debe ser el punto de partida. Pero un abogado de familia debe saber que, además de trabajar con leyes, trabaja con personas. Y en esta materia, entender las necesidades de las personas, acompañarlas en sus momentos más delicados, marca la diferencia.

Cuando están en juego un divorcio o la estabilidad de los hijos menores, las respuestas para dar tranquilidad y estar al lado de los clientes no se suelen encuentrar en el Código Civil o en la última jurisprudencia. Es un punto clave, diferencial, que debes tener en cuenta a la hora de elegir abogado. Si consigues confiar en él, verle como algo más que a un técnico del Derecho, habrás dado un paso muy importante.

  1. El interés de los menores debe estar por encima de todo

Tener a un abogado de divorcios al lado significa tener a alguien que busque, por encima de cualquier otra cosa, el interés de los hijos menores. Esto ayuda a que las peticiones de las partes no se basen en intereses vengativos —lo que nunca, en ningún caso, es recomendable en un divorcio—, sino que tengan como punto de referencia la estabilidad de los menores, lo que se consigue valorando qué va a ser lo mejor para ellos.

  1. ¿A juicio o con acuerdo?

Uno de los errores más frecuentes es creer que un abogado de divorcios solo te será útil en un juicio y que, por el contrario, si vas a llegar a un acuerdo, puedes hacerlo sin la ayuda de un letrado. Es un error importante, pues aunque el asunto se resuelva con un acuerdo, debe estar presente un abogado de divorcios para negociar las condiciones, de forma que asegure no solo el interés de su cliente, sino también (como hemos dicho en el punto anterior) que considere que se salvaguardan los intereses del menor.

Un buen abogado de divorcios te aconsejará en todo el procedimiento y te guiará para que acudas a juicio si es necesario o para que llegues a un acuerdo. Este criterio es fundamental para no “tomar la justicia” con tu cuenta y que puedan derivarse consecuencias desagradables. Incluso en los acuerdos, suelen existir convenios reguladores que un experto debe analizar.

  1. Conocer el Derecho Internacional

En un mundo globalizado, las relaciones de pareja también lo son. Y, desgraciadamente, los casos de sustracción de menores en casos de divorcio están a la orden del día. Pero, sin llegar a casos tan graves, puede darse que uno de los cónyuges sea de diferente nacionalidad o que el divorcio se produzca en el extranjero. Es por eso que un buen abogado de divorcios no puede desconocer el Derecho Internacional, pues no será capaz de atender las —cada vez más— necesidades que se dan en un contexto internacional.

  1. ¿Despacho especializado o despacho generalista?

Un despacho generalista cuenta con abogados, como es lógico, generalistas. Esto quiere decir que un día pueden asumir un asario, un despacunto del ámbito penal y al día siguiente estar con una modificación de medidas paternofiliales. Por el contrho especializado cuenta con abogados que, además de la formación generalista como expertos en Derecho que son, han enfocado su trayectoria a una rama en concreto, en nuestro caso al Derecho de Familia.

No hay nada matemático: existen abogados muy competentes en despachos generalistas y abogados no tan competentes en despachos especializados. Pero la norma general y el sentido común invitan a pensar que un despacho con abogados que trabajan en una determinada materia, que están acostumbrados a tratar con los asuntos que se dan en esa área concreta y sobre la que consultan continuamente legislación o jurisprudencia de interés, conocerá más a fondo la problemática del cliente que necesita resolver un asunto de orden familiar o matrimonial.

Todo lo anterior son algunas pautas básicas, pero en la elección de un buen abogado seguro que intervienen otras variables importantes. En cualquier caso, si estás ante un procedimiento de divorcio y no sabes qué abogado de divorcios elegir, puede contactar con las profesionales de ABA Abogadas, que prestarán una atención personalizada para tu caso.