Las vacaciones de verano ya están aquí. Y, con ellas, el aumento de las crisis matrimoniales. No se sabe si es el calor o el hecho de que en vacaciones se pasa más tiempo del habitual con la pareja, pero la temporada estival suele hacer mella en las relaciones de pareja. Diversos factores hacen que este mes de julio y el próximo mes de septiembre sean meses en los que las rupturas sentimentales, y, en consecuencia, la interposición de demandas de relaciones paternofiliales o de divorcio/separación crezca notablemente