Desde que en el mes de septiembre del 2022 se aprobó la Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de la libertad sexual (Ley «solo sí es sí»), han sido muchas y muy variadas las críticas hechas a la puesta en práctica de la norma. Nuestra compañera Lara Sánchez, habla en La voz de Galicia sobre el caso.

Lara explica que el motivo de dichas rebajas es que ha desaparecido del Código Penal el delito de abuso sexual para pasar a ser todo agresión sexual, lo que supuso a su vez una modificación de las penas aparejadas a cada delito.

«La principal proposición planteada consiste en crear un subtipo agravado dentro del delito de agresión sexual para que las penas sean más elevadas si hay violencia e intimidación, algo criticado duramente por Unidas Podemos al entender que de esta forma se desplaza el consentimiento como eje fundamental del delito. Sin embargo, dicha propuesta no va a lograr lo que fundamentalmente se pretendía, que era evitar la rebaja de las penas. En efecto, los tribunales tendrán que seguir revisando las condenas porque siempre se debe aplicar al reo con carácter retroactivo el texto más favorable y, en este caso, es el que se aprobó en octubre, si bien con la reforma se incrementará el castigo en futuras agresiones», recalca.

Mientras tanto, el Tribunal Supremo ya ha fijado fecha para celebrar el pleno en el que unificarán criterios sobre la revisión de condenas y la bajada de penas, que se celebrará los días 6 y 7 de junio y que fijará los criterios que deben seguir el resto de tribunales.

Como conclusión, y bajo la opinión de Lara, la reforma que el jueves 20 se llevó al Congreso tiene un sentido más mediático que legislativo, de cara a frenar la alarma social existente, ya que en el fondo no va a evitar la rebaja de las condenas que hasta el momento han tenido lugar, por lo que los efectos perniciosos de la ley seguirán sucediéndose.

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