En este incremento de las cifras se apoyan algunas opiniones, demasiado generalizadas entre algunos sectores, incluso de la propia judicatura, que insisten en que estas denuncias suelen ser interpuestas por algunas mujeres para conseguir un provecho en los procesos de separación y divorcio. Porque esperan crear un ambiente o predisposición emocional favorable y que tal vez la concesión de una orden de protección previa a la separación o divorcio les suponga un beneficio posterior en dichos procesos. En definitiva, que se conseguirán mejores condiciones en la separación. Y aquí se escudan algunas voces cuando niegan que se incremente el maltrato sexista, sino que es una estrategia utilizada en este tipo de pleitos y que es básicamente por ello por lo que se incrementan anualmente este tipo de denuncias.