Mientras estas órdenes no vayan acompañadas de medidas que garanticen su cumplimiento (pulseras de localización o medidas de seguimiento a víctima y agresor, por ejemplo), serán simples medidas de carácter disuasorio que no cumplen en ningún caso con el fin de proteger el riesgo para la vida de la víctima, ya que al final su cumplimiento dependerá de la voluntad del agresor.
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