Con la declaración del estado de alarma, el 14 de marzo de 2020, a causa de la pandemia por el COVID-19, los procedimientos de familia en curso y pendientes de tramitar no turnados aún por los Decanatos quedaron afectados.

La suspensión de plazos y la paralización de la mayor parte de las actuaciones judiciales –excepción hecha de las consideradas urgentes– ha provocado un colapso sin precedentes en los juzgados, con una gran cantidad de procedimientos en el aire. Las carencias que sufre la Justicia de forma sistemática no hacen prever un retorno de la actividad judicial automática ni, sobre todo, con la misma intensidad anterior a la pandemia.

¿Cómo se gestionarán los procedimientos de familia una vez que ya no está en vigor el estado de alarma? ¿Los juzgados están preparados, a nivel de personal y técnico, para afrontar con cierta fluidez la avalancha de casos pendientes y que vendrán durante los próximos meses? ¿Se trata de un problema puntual o de una sistema estructural deficitario en origen?

Lee el artículo completo de nuestra socia directora, Ana Clara Belío, en el que reflexiona sobre los procedimientos de familia tras el estado de alarma en la revista «Otrosí», editada por el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.