La libertad de expresión forma parte de los derechos humanos de las personas, estando protegida por la Declaración Universal de 1948 y las leyes de todos los estados democráticos. Nuestra Constitución reconoce el derecho a la libertad de expresión dentro de la Sección Primera, De los derechos fundamentales y de las libertas públicas, señalando que el ejercicio de este derecho no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa. Pero, ¿es entonces la libertad de expresión un derecho ilimitado? La respuesta es no.