Los avances tecnológicos no son sólo cosa de adultos. Con el paso de los años se ha reducido cada vez más la edad en la que los niños tienen alcance a, por ejemplo, teléfonos móviles. De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la mitad de los niños de 11 años ya tiene su propio móvil.
De esta manera, los niños disponen de acceso a redes sociales y servicios de mensajería online. Si bien puede facilitar la conexión con sus padres ante cualquier eventualidad, también los vuelve vulnerables a nuevas formas de delito, como el ciberacoso.
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