La epidemia del COVID-19 ha supuesto que nos enfrentemos a nuevas situaciones a las que es necesario dar respuesta adaptando los medios existentes de la mejor manera posible. Esto ha ocurrido también en el derecho, campo en el que, con la normativa actual, debemos plantear cómo resolver una situación nunca antes vivida.
Dadas las restricciones actuales a la circulación, que han supuesto un cierre de las fronteras, es interesante plantearnos cómo la situación que actualmente vivimos puede afectar en el ámbito relativo a la sustracción internacional de menores.
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