Según los datos publicados por el Observatorio de Violencia Sobre la Mujer del Consejo General del Poder Judicial los primeros meses de 2022 muestran un repunte de las denuncias por violencia de género. En concreto, durante el primer trimestre de 2022, los juzgados de violencia sobre la mujer recibieron un total de 41.765 denuncias y registraron un total de 40.481 mujeres víctimas, datos que revelan un aumento del 19,33 % y del 17,85 % si se comparan con los de los tres primeros meses de 2021, aún bajo la crisis sanitaria del COVID-19.
Ambos indicadores se sitúan también por encima de las cifras del primer trimestre de 2020 (antes de que se decretara el estado de alarma por la pandemia, que entró en vigor el 14 de marzo de ese año), cuando el número de denuncias fue de 36.185 y el de mujeres víctimas, 34.837.
Datos publicados por el citado Observatorio referentes al primer trimestre del año 2022. Conclusiones:
1º.- Aumentan las denuncias presentadas por terceros no familiares.
Entre los meses de enero y marzo se registraron un total de 41.765 denuncias por violencia de género, casi un 20% más que hace un año. El porcentaje de denuncias presentadas directamente por las víctimas, muy similar a los de trimestres anteriores, se situó en el 71,19%, mientras que las denuncias presentadas por los familiares se mantuvieron en un porcentaje muy bajo e incluso disminuyeron sensiblemente al pasar del 2,23 % del primer trimestre de 2021 al 1,58 por ciento del mismo periodo de 2022.
Sin embargo, aumentó el porcentaje de denuncias presentadas por los servicios asistenciales y terceros en general, que de representar el 2,83 % del total en los tres primeros meses del año pasado se situaron en el 4,85%.
2º.- Tan sólo 10 de cada 100 víctimas renunció a declarar contra su agresor.
En el periodo analizado, 3.809 mujeres víctimas de violencia de género se acogieron a la dispensa a la obligación de declarar, lo que representa el 9,41% del total de víctimas del trimestre. Estamos ante el porcentaje de dispensas más bajo registrado por el Observatorio y se produce tras la reforma del art. 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal aprobada en 2021, según el cual se excluye la dispensa legal respecto del testigo que esté o haya estado personado en el procedimiento como acusación particular.
3º.- Incremento de las órdenes de protección solicitadas y concedidas.
Las órdenes de protección adoptadas por los juzgados sumaron un total de 7.684, lo que equivale a siete de cada diez órdenes solicitadas (70,52 %), un porcentaje 8 puntos superior al registrado hace un año.
4º.- Aumentan las medidas judiciales penales y civiles derivadas de las órdenes de protección.
Los juzgados acordaron también, derivadas de las órdenes de protección y otras medidas cautelares, un total de 14.417 medidas judiciales penales de protección de las víctimas, un 2,64 % más que en el mismo periodo de 2021.
5º.- Se eleva a un 270% la suspensión del régimen de visitas como consecuencia de la modificación del art. 544 ter de la LECrim.
El aumento más significativo de las medidas cautelares civiles ha sido la medida consistente en la suspensión del régimen de visitas, ya que, de las 225 medidas de este tipo acordadas en el primer trimestre de 2021, se ha pasado a 833, lo que ha supuesto un aumento del 270%. Este incremento es consecuencia de la aplicación de la Ley Orgánica 8/2021, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, que modificó el artículo 544 ter de la Ley de Enjuiciamiento Criminal estableciendo la suspensión del régimen de visitas “cuando se dicte una orden de protección con medidas de contenido penal y existieran indicios fundados de que los hijos e hijas menores de edad hubieran presenciado, sufrido o convivido” con la violencia de género.
6º.- 76 condenas por cada 100 sentencias dictadas.
En el primer trimestre de 2022, el porcentaje de sentencias condenatorias dictadas por los órganos judiciales españoles en procesos relativos a violencia de género se situó en el 75,69%, dos puntos porcentuales y medio más que hace un año.
Como conclusión de todos estos datos, y pese al lamentable aumento de las víctimas, hay que valorar de forma positiva el incremento de denuncias interpuestas, que denota un aumento de la confianza puesta en las instituciones, y en la denuncia como único mecanismo seguro de salir de una