Una de mis mayores aficiones es leer tebeos, da igual el tamaño, si es en blanco y negro o color o la historia, eso sí, si el dibujo no me llama o no me gusta, da igual que sea la mejor obra de todos los tiempos que no lo voy a poder disfrutar en toda su plenitud.
Entre mis autores favoritos se encuentra Frederik Peeters (Ginebra, 1974), hoy hablaré de algunas de sus obras. Decir, que ya sea en solitario o con guiones de otros compañeros de profesión su obra es espectacular.
Alcanzó la fama con Píldoras azules (2004), obra autobiográfica que toca el tema de las personas seropositivas, pero no desde un punto pesimista o victimista, y un dibujo cautivador, con detalles espectaculares (¿de repente un mamut en esta época del año, en medio de Ginebra? Con Peeters todo es posible) obra muy recomendable para adentrarse en los tebeos si nunca has leído más allá de Astérix o Zipi y Zape.
Se atreve también con obras de ciencia ficción como Lupus (2005-2007): a modo de “road movie” espacial, este tebeo nos presenta a dos amigos viajando por el universo cuando un tercer personaje se une al viaje creando un giro que convierte la aventura en una huida hacia delante. Sólo por la fauna y flora que imagina el auto ya merece la pena. Igual pasa con Aama (2012-2014): obra de carácter futurista, el personaje principal en esta obra a renegado de del mundo hipertecnológico en el que vivía para descubrir que lleva una vida miserable sin familia ni amigos, hasta que su hermano lo lleva a otro planeta en busca de una sustancia misteriosa conocida como Aama.
Con Paquidermo (2009) y Castillo de arena (2010), Peeters se mete de lleno en historias de corte surrealista. En la primera una mujer se dirige al hospital a ver a su marido que ha sido hospitalizado por un accidente, pero un elefante impide la circulación en la carretera, obligándola a abandonar su coche y hacer el recorrido andando, ya en el hospital se encontrará en un laberinto fascinante con personajes estrambóticos y un entorno que se va modificando según los pensamientos de los personajes. En la segunda, Castillo de arena, no encontramos con 13 personajes y un cadáver en una playa, donde la realidad va deformándose y se tienen que enfrentar a un destino cuanto menos inquietante.
Entre sus obras en colaboración, encontramos RG (2007-2008) donde nos cuentan el día a día de un agente del servicio de inteligencia francés; El olor de los muchachos voraces (2016), un viaje por el lejano oeste o Las migajas (2015) historia con personajes extravagantes y revolucionarios que intentan desviar un tren. Y Koma (2006-2009), una historia de aventuras, realidad social y relaciones padre-hija, donde se entremezclan la realidad con los sueños.
De todos ellos, debo confesar que tengo especial debilidad por Lupus, no obstante, mi gata se llama Lupus en honor a este tebeo.