He de reconocer que soy la fan número uno de la tortilla de patatas, no hay momento en que no vea la posibilidad de cocinarla o pedirla en un restaurante. Y creo que conozco a muy pocas personas, más bien a nadie a quien no le guste la tortilla de patatas.
La tortilla de patatas o tortilla española es uno de los platos típicos de nuestra gastronomía y siempre existe el gran debate en cuanto a los ingredientes y al modo de cocinarla, siendo las grandes preguntas ¿con o sin cebolla?, ¿poco o muy hecha?
Según he podido leer, el primer dato que existe sobre la tortilla de patatas parece estar documentado en 1519. Como todos sabemos la patata es una planta originaria de América del Sur y fue conocida por los conquistadores españoles de la mano de los Incas – quienes llamaban a la planta papa en quechua – y que a lo largo del siglo XVII acabó denominándose en España patata como comúnmente la conocemos.
También se sitúa a la tortilla de patatas en 1817 en un documento dirigido a las Cortes de Navarra denominado “memorial de ratonera”, en el que al parecer se explicaban las míseras condiciones en las que vivían los agricultores comparándolos con los habitantes de Pamplona y de la Ribera navarra. Después de una larga enumeración de los míseros alimentos tomados por los montañeses aparece la siguiente cita: “…dos o tres huevos en tortilla para cinco o seis, porque nuestras mujeres la saben hacer grande y gorda con pocos huevos mezclando patatas, atapurres de pan u otra cosa…”
Aunque la leyenda afirma que fue el General Tomás de Zumalacárregui quien inventó la tortilla de patatas como plato sencillo, rápido y nutritivo con el que saciar las penurias del ejército carlista. Otra versión afirma que lo inventó una ama de casa navarra, en cuya casa paró el General Zumalacárregui, a quien la señora, a base de huevos, cebolla y patatas hizo un revuelto que gustó mucho al general y que popularizó posteriormente entre sus tropas.
Sin embargo, recientemente el libro “La patata en España: historia y agroecología del tubérculo andino”, escrito por Javier López Linaje, asegura que el origen de la tortilla de patatas se encuentra en la localidad extremeña de Villanueva de la Serena (Badajoz), durante el siglo XVIII, y atribuye su origen a Joseph de Tena Godoy y al Marqués de Robledo, quienes trataron de encontrar en la patata un alimento barato para atenuar las hambrunas.
Según quien prepare la tortilla los ingredientes a usar pueden ser unos u otros. A día de hoy, ni los grandes chefs se ponen de acuerdo en cuanto al debate de si la tortilla de patatas tiene que llevar cebolla o no. Pero de lo que no cabe duda es que hay dos ingredientes que no pueden faltar: patata y huevo. A partir de hay que cada uno haga la tortilla como más le guste.
En mi caso, la tortilla de patatas me gusta sin cebolla, pues bien es sabido por todos los que me conocen, que no me gusta la cebolla. No será la primera vez que me encuentro con afirmaciones del tipo: “la tortilla sin cebolla no sabe a nada”, “la tortilla sin cebolla se queda seca”, “la cebolla es lo que le da jugosidad”, etc. Como buena fanática de este plato, no me ha quedado más remedio que probar la tortilla con cebolla, pero debo decir que, a pesar de haber probado muy buenas tortillas, me quedo con la tortilla sin cebolla.
Muchos han sido los ilusos que han intentado engañarme afirmando que la tortilla no llevaba cebolla y que la probara, pero he de reconocer que con los años he desarrollado la capacidad de con tan sólo mirarla y olerla de lejos, adivinar si lleva cebolla o no.
Entrando en el segundo de los debates sobre si la tortilla debe estar poco o muy cuajada, también existe multitud de opiniones. Están quienes se comieran las patatas mezcladas con los huevos antes incluso de echarlo a la sartén para cuajar o a quienes le da verdadero estupor comer tortilla donde se vea el huevo salir. En mi caso, soy de las primeras, ¡me gusta muy poco hecha! Pero como todo en esta vida, es cuestión de gustos, cada uno que cocine y se coma la tortilla de patatas como más le guste
En Madrid puedes encontrar multitud de bares y restaurantes que pujan por ver si tiene la mejor tortilla de patatas. Yo, sin querer dar publicidad a ninguno de los establecimientos ya que no me han pagado por ello – aunque bien podrían invitarme a una degustación –, os puedo hablar de los siguientes: Casa Dani, situado en el Mercado de la Paz, donde se hacen una de las mejores tortillas, aquí las puedes encontrar con o sin cebolla, eso sí, las que llevan cebolla es caramelizada y muy poco cuajadas. Taberna Pedraza, en la calle Ibiza, donde elaboran la famosa tortilla de Betanzos, por supuesto sin cebolla, con huevos de corral y muy poco hecha. Las Tortillas de Gabino, en la calle Rafael Calvo, donde puedes encontrar tortillas de patatas con salmorejo, con pulpo, con trufas, todo un elenco de sabores para enamorar el paladar. La Buha, en el emblemático barrio de La Latina, donde sus tortillas se caracterizan por hacer tortilla de gran grosor, rellenas de casi todo lo que quieras, pimiento rojo y atún, gambas al ajillo, queso de cabra y cebolla caramelizada, picadillo de chorizo, etc.
Seguro que después de leer este artículo, más de uno ha acabado salivando y pensando en comer tortilla de patatas.